¿Es bueno ser perfeccionista al estudiar diseño?

Las exigencias de estudiar diseño pueden volverte perfeccionista

Si tu sueño es estudiar diseño seguramente ya te has familiarizado con la sensación de querer que todo lo que creas salga perfecto. Desde antes de convertirte formalmente en un diseñador sientes esa necesidad de mejorar cada pequeño detalle de lo que haces, sin embargo, ser perfeccionista, aunque pueda parecer una virtud, no siempre es la mejor opción.

Estudiar diseño también tiene que ver con experimentar, mejorar, inventar. Si no te permites fallar de vez en cuando, es posible que no alcances tu máximo potencial. Además, tienes que estar siempre consciente de que nada en la vida es perfecto, que basta con mirar a tu alrededor para darte cuenta de que lo que te rodea está lleno de pequeños defectos, y que a veces, incluso esos pequeños defectos le dan personalidad a algo.

Siempre habrá algo que mejorar, siempre habrá algo que puedas cambiar para que tu creación sea mejor. Al estudiar diseño te enfrentarás a muchos trabajos y tareas que, si eres demasiado perfeccionista, terminarán atrasándote. Y eso se transmitirá a tu línea laboral una vez que te gradúes: ningún proyecto estará a tiempo si tardas demasiado en intentar que quede perfecto.

Como diseñador, tienes que ser creativo y tienes que hacer cosas increíbles, pero nunca aspires a la perfección absoluta, no lo intentes porque puede dañar tu desarrollo. Al estudiar diseño, mejor, concéntrate en alcanzar objetivos. Piensa en si quieres generar más ventas, en si quieres comunicar determinados mensajes, si quieres atraer a alguien a algo nuevo, y concéntrate en alcanzar eso como meta, pero no en crear algo perfecto.

Por otro lado, estudiar diseño a veces no te prepara del todo para las exigencias de los clientes en el mundo real. Es decir, que durante la carrera trabajarás para complacerte a ti mismo, pero en el mundo laboral los clientes tendrán distintas exigencias que no te permitirán ahogarte en perfeccionismo. Da siempre lo mejor de ti, pero no te obsesiones con la perfección ni las comparaciones.